Sunday, October 29, 2006

LAS ARMAS DE GUERRA


LA ARMAS DE GUERRA
(La ira)

Les he traído señores,
los carros, más veloces
Los corceles más pesados
Las bestias de caras rojas y escamas de plata
que trituran una cabeza campesina
con dientes negros en sarro de carbón mineral
y la escupen ensangrentada a la orilla del camino.
Y águilas de ruido mecánico
que disparan plumas de acero y silicio,
También he comprado para vuestras excelencias,
soldados niños
hambrientos, como me lo pidieron.
Estaban por allí
merodeando fuera de las murallas del reino.
Les he echado una partida de caballería
y los han molido a palo.
Los han reclutado muy obedientes y sumisos.
(Nos habíamos cansado, de la patética costumbre de alimentarlos en los portales de las catedrales, con mendrugos y bazofia, por casi trescientos años).
Cantan ahora, bajo nuestros estandartes
–famélicos cual gatos de cementerio–.
Ya saben de memoria
Los cantos necrorrománticos
y las ceremonias iniciáticas de Batraxia.
Beben sangre con deleite.
Sólo piden, de vez en cuando, ser llevados a las tabernas,
donde las rameras de Hurlahum
que les proporcionarán unos minutos de placer
antes de la muerte o la mutilación;
ellas enredaran sobre sus cuellos
sueños pesados y enlutados
en grasa de vuelo saturnal.

Los ejércitos están dispuestos para el juego
hay cristales rotos en las catedrales
y un aire enrarecido de fuego.
El campo,
el campo,
el campo
ha dejado el paso a una cosecha de ojos
asustados
y la lluvia, gris y plúmbea.
Liquida borrasca de ojos gualdos
que rompe las alas de los pájaros.

¡Ah!... ya llegan los carros.
¿No les dije que eran una maravilla?
Estos son los que se necesitan para
Caminar sobre el fango
y la trochas por donde se adentran en la selva
los bandoleros y los sediciosos; los negros cimarrones.

Por que no hay remedio. Señores...
“Ellos” han elegido el verde afilado de las hojas
y esa niebla que no deja ver.
No queda otro remedio
que golpear y perseguir
sobre los campos y las selvas
donde se ocultan
con mascaras de lluvia y fuego.
Solo un consejo señores:
¡¡Las fieras heridas
golpean tan fuerte como lo cazadores!!.

"CEREMONIAS EN BATRAXIA"
OM-GARRATZ

Friday, October 20, 2006

CIUDAD SEVA


CIUDAD SEVA
Página con herramientas teoricas para los escritores. Diseño secillo y funcional. Selección de textos y apuntes críticos sobre el cuento, la prosa y la novela.

Wednesday, October 18, 2006

UbuWeb
http://www.ubu.com

Sin lugar a dudas la mejor página de cine avant- garde de la red. Podemos encontrar y descargar desde ella documentos audiovisuales tan importantes como: The CUT-UPS de William S. Burrougs, "Un Chien Andalou" de Luis Buñuel y los "Hurlements en Faveur de Sade" de Guy Debord. Además de otros trabajos filmicos experimentales de autores tan diversos como:Samuel Beckett, Jean Cocteau, Josep Beuys y Alexander Calder. Se aprovisiona directamente de los fondos de la Film Market Cooperative de New York, el Lux Centre de Londres entre otras grandes filmotecas del mundo. ¡¡Todo un banquete para los cinefilos!!

Tuesday, October 17, 2006



JJ. GUZMAN ABELLA *
EN SU DELIRIO

Si se queda quieta en una esquina
el propio olor de su piel
llama la náusea y las moscas
se arremolinan en torno
a la masa que en otros tiempos
fuera su cabellera.

Si llueve o hace sol
es bueno caminar,
ir de un lado a otro,
de una a otra orilla de la ciudad
en busca de una moneda,
una caricia o una bofetada
extraviada en el alboroto del tráfico.

Si la policía viene,
si el hambre me rompe las tripas,
si un guache me saca de la acera
o del hueco donde me quedo
llamando las moscas
a arrullar mi sueño,
voy a caminar bajo los aleros,
pegada a la pared,
y veré a los transeúntes
haciendo camino de honor,
sólo para mí.
BENDITA INTEMPERIE

Mis párpados se abren y vuelven a cerrarse
mientras la pupila
se acostumbra a la luz del día.
Respiro la niebla del bosque.
Durante el sueño mi cuerpo
se fundió a la baldosa del andén.
Escucho a mis manos,
pero no quiero moverlas.
Respiro el verde clorofila de la mañana.

Es el comienzo de siempre.
El ruido de los motores, el final de la calma.
Las puertas se abren y se cierran,
los niños salen rumbo al colegio.
Después, la señora de la casa verde
barre la hojarasca de su antejardín
y pone las sobras de arroz en la palomera.
Yo me apresuro a llegar antes que los pájaros.

Las puertas se cierran,
las voces llegan de lejos.
Me quedo entre la orilla de asfalto
y el rumor del bosque.
Respiro el aire fétido de la cañada que arrastra
las miserias de las casas altas.
El sol evapora el silencio de la mañana,
es el comienzo de siempre,
mi pupila se acostumbra.
INTEMPERIE ADENTRO

Si dejara de lamer mis heridas
las moscas posarían infinitas larvas
y vería crecer la sombra,
y el cielo sería un zumbido,
un murmullo
suspendido en mitad del día.

Si llegara al final de esta calle olvidada
podría despertar el recuerdo
de la pequeña piedra
que deambula desde siempre
en el zapato izquierdo.

Pero no se va ninguna parte
cuando el día se detiene
y nos quedamos tirados
en mitad de la vía
aguardando una señal, un gesto
de algo o alguien que no llega.

Como era en un principio,
es un alivio encender el fuego,
un consuelo efímero
para quien cierra los párpados
pero no puede abandonarse
a la plácida inconciencia del sueño.
LABERINTO INTERIOR

La ciudad tiene recovecos,
callejuelas estrechas,
donde abundan las cantinas,
residencias de mala muerte y gente,
gente condenada al fracaso.
Muchachas de quince cuyos ojos
hablan de incontables noches de insomnio
dedicadas a la filigrana
de un cigarrillo de bazuco.
Muchachas de piel macerada
que duermen mal en las mañanas
y al medio día
comienzan a deambular las aceras de siempre
con la angustia tatuada en el verdor de la piel.
Muchachas que tienen aprendida
la sonrisa de la seducción
y ofrecen una mano de uñas mordidas
al desconocido que trueca una caricia,
una felación o un acto sodomita
por unos cuantos pesos.

Gente insomne que rehuye el barullo
de avisos luminosos y calles limpias
para sumergirse en un escenario de sombras
improvisadas en las ruinas del deseo.
POEMA SIN NOMBRE

Como desarraigados truhanes
los perros callejeros deambulan por las calles.
No permanecen en ningún lado.
No hay amo, ni dócil ni autoritario,
que sea capaz de someterles.
Prefieren la intemperie, el hambre,
el acoso de los autos,
las patadas de los transeúntes
y hasta la amenaza constante de morir atravesados por los colmillos
de uno de sus propios congéneres.
Es la ley de la ciudad.
Las calles son largas,
los aleros de los techos son cortos.
Entre desechos putrefactos
quieren rescatar un hueso
o algo que se le parezca para mitigar
la fatiga de muchos días
de andar sin rumbo en busca de la salida
del laberinto de asfalto que sólo les depara
miseria, soledad y olvido.
GALLINAZOS

Parientes indeseables
del ostentoso cóndor de los Andes,
Los gallinazos,
dueños de unas alas recias
que ponen a su alcance
las montañas y los cielos,
han optado por una vida de austeridad
cerca de los hombres.

Amos de los cielos urbanos,
desdeñan las virtudes
de la vida solitaria en la fría cordillera
para compartir el espacio de la ruina
con indigentes y ratas.

Dinosaurios citadinos que trocaron
antiguos hábitos carroñeros por días enteros de planear sobre el barullo de la ciudad
para retozar en torno de nuestros desperdicios;
con su actitud tranquila,
siempre mudos comensales, mudos testigos,
los gallinazos ponen de manifiesto
la rotunda paradoja que entraña
la cacareada aventura humana
hacia ninguna parte.

LOS ADOLESCENTES

se mueren todos los días
de mil formas distintas.
Sólo que hay días
tan terriblemente bellos
que pierden todo rastro
de humano sentimiento
y extravían
el camino a casa.

*JJ.Guzmán Abella. Poeta colombiano. Miembro activo de la revista "Luna Nueva" de Poesía que dirije Omar Ortiz.
Profesor de Español y literatura egresado de la Universidad del Quindio.

Sunday, October 08, 2006


EL BANQUETE
(La Gula)
Siéntense señores, la mesa esta servida.
Han recibido los respectivos documentos
que los acreditan
como devoradores de linaje y mundo.
Las servilletas y los cubiertos refulgen
en la plata pálida.
No se preocupen por el dogo que roe una cabeza,
por el mastín
que muerde nervioso una mano sucia en tierra.
Pasen ustedes señores al banquete
hay corazones y riñones
y bocas rotas que tiemblan delicadas
palabras grises de palomas muertas.
Déjense atender por los esclavos
escanciadores de vinos aterciopelados
que fluyen
con un delicado cantar de rió sangriento.
Déjense mimar de los cocineros
obscuros en su ébano bantú
y las sirvientas claras como lunas ahusadas
de manos largas y diligentes.
Regodéense en sus eructos
en la grasa que resbala por sus mejillas sonrosadas
límpiense y acicalen sus pelucas plateadas
no dejen de probar los faisanes,
las codornices rellenas de piñones
los cerdos ibéricos
los gatos cibelinos.
Degusten el sorbete de tuétano del tigre de la niebla
y coman quesos frescos de búfalas parturientas.
Es de mi agrado, recomendarles esas gelatinillas rosadas en copas, como senos de damitas sacrificadas a la salida de un convento.
Mas vino para los señores.......

Por favor señores, no saquen sus armas,
no, sus banderas,
no esgriman sus pasaportes diplomáticos,
ni sus buenas intenciones de redentores
con su pequeño mapa de nuevos imperios
con su pequeña páncreas blindado en mierda.
¡No prendan fuego a las cortinas!
¡No lancen sus dorados cuchillos
contra las puertas de cedro y caoba!
¡No corten las cabezas de los saltimbanquis!
Ni pidan una bandeja de plata para la cabeza el profeta......No, ¡por favor no!...

¡Ah!, se me olvidaba anunciarles
hay una señora Veneciana
con una máscara roja en la puerta.
¿Tengo vuestra graciosísima licencia
para dejarla entrar?.

DEL LIBRO CEREMONIAS EN BATRAXIA Y OTROS POEMAS
SEÑOR HERODES


Señor Herodes:
van sus verdugos buscando a los muchachos del barrio....
Los sacan de sus sueños de hambre.
De la espera que se convierte en odio.
De la mirada roja
sobre los tejados de zinc reverberante...

Señor Herodes:
van sus sabuesos y sus perros de presa
tras la sangre fresca de los muchachos del barrio...
Arriba si, donde los buitres posados sobre las cuerdas extienden sus alas y hacen negra la sombra de los muertos....

Señor Herodes:
¿quiere usted proteger a estos extraños
de huesos largos y pieles de piratas metropolitanos?
Señor Herodes ¿quiere que salgan a comer de su mano y colocarles la soga al cuello?
¿quiere ver sus tostados y famélicos cuerpos colgando contra los muros
suspendidos contra el sol rojo de la tarde?.

Señor Herodes:
Usted que ha crucificado las manos y los brazos del que esgrimía un lápiz, un pan de trigo nuevo
un pedazo de tierra en la colina, mientras en vuestro castillo
los asesinos golpeaban duro en la madera.

no hay fuego
no hay hambre
no hay sed
“Muchos bastardos” según usted señor Herodes.

Con las manos tintas en sangre
levanta su copa
y brinda
arropado por los muslos de las cortesanas.
En la bandeja de plata
iluminada por los cirios de la ceremonia
ondula,
el rostro seco y mutilado
del joven profeta.
Señor Herodes:
¡¡¿Quiere que salgan a comer de su mano y ponerles la soga al cuello?!!


OM/GARRATZ