Tuesday, November 28, 2006

MANUAL DE DIPLOMATICOS


MANUAL DE DIPLOMÁTICOS
(La Lujuria)

Han llegado unas cortesanas de la capital.
Sí, se han instalado en la mansión
del señor embajador.
El señor embajador
les dará clases de cortesía y glamour
y les meterá un poco de fuego bajo enaguas
magreo detrás de escritorios
disciplina sobre mesas de caoba
en recintos cerrados y bibliotecas por donde aparecen de vez en cuando, biógrafos y hagiógrafos ilustres;
enjutos caballeros que merodean por ahí,
con caras de saurios diligentes.

Han llegado unas cortesanas de la capital…
Acaban de hacer sus genuflexiones obligatorias
han recibido una fuerte dosis de genitalidad capitalina
han tomado los bebedizos en los altares
de la concupiscencia patria…
Ya se limpian entre las piernas con bandera
de águilas blasonada.
y ríen con caras de manta-rayas
iluminadas débilmente por cirios marfileños
sobre una cubierta negra
–como en esos caprichos del pintor de Hertogenbosch–
y vomitan sobre el libro sagrado
cartílagos de pulpos mediterráneos
que flotan en la tinta
de una venérea sangre.

El señor embajador
Ya no estará más ocupado con su caballo persa
lo dejará por un rato
para que le lustre las ancas
el siervo de las caballerizas.

Afuera hay un ruido...
¿No lo escuchan?
Sí,... un crepitar,
un ruido sordo de dragones heridos
rasgando nubes de oro liquido.

Grandes artilugios de vuelo
sueltan mercurio sobre los arrabales….
Pero la verdad es que con ese amarillo pálido
no parecen entrar en alerta.

¿¡Lo haran
cuando la razón llegue al rojo definitivo! ?


Del libro: “Ceremonias en Batraxia”

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

EXELENTE PAGINA ADELANTE MUCHACHOS

4:09 PM  

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