Thursday, November 30, 2006

MIGUEL HUESO (POEMAS)



MANAGUA ERA UNA FIESTA
Un pregón despellejado me despertaba antes que el sol de la épocay a ciegas buscaba con las manosel cuerpo de Faustina Simpson
Dormíamos entre los escombros del viejo centro de Managuaal lado del templo de Santo Domingo en agosto / la fiesta del santocuando los perros van a misaY el calor nos guisabatantoque debíamos echarnos agua tres veces al día
Tina prendía el abanico la música y miraba mis manos amujeradasnegándose a leer lo que sus naipes ya sabían
Una noche perdidos o hallados ya no sécruzamos el barrio la feria las carpas riñas de búfalosla ciudad Managuasus ídolos sepultadosQuedaban sólo Marvin Zelaya el peloteroun semidiós erguido en su montículo de pinolY Carlos Martínez Rivas(el último de sus poetas vivos)que a esa hora cuando Tina y yo nos metíamos en la cama dormía la zumba
El azar y la maldad que todo lo puedennos pusieron allí
Managua tan despierta jamás la había visto con un moño


ME ESPANTAN COMO AL CABALLO
Crueldad lunáticade las mujeressobrevoladas por una nube rosaDueñas de unas manos que colman confiadas por siempre a su gracia dispuestasde mis tinieblas hacen provecho
Me espantan como al caballoque las contemplacercado en su huerto
Cómo me parezco a vosotras ingobernablesadmirado de vuestro deseo sabiosea que llamen del manantialo la profundidad del heno
Y tengo ya cien años de follaje


REMIENDOS

No pudiendo vivir así/ sin arder/ buscando el cuerpo/ los discos/ el alma/ cosas tontas y rotas/ vetustas/ abro esta caja / clavo agujas en las motas/ de tu espalda/
Haces que reine en mí/ la desolación/ Cuenta las piedras/ traspasadas/ expuestas a lo informe/ pasan de mano en mano/ Como tú/ que encierras tus vocablos/ en otra lengua/ que no es la mía/ la lengua de los poemas/ sino una lengua/ carnosa y roja/ hecha de papilas/
No pudiendo vivir así/ sin arder/ remontando el tiempo/ fue demasiado/ diremos/ si preguntan/ matasellos de fronteras/ terminales/ pintura fresca/ fue demasiado/
Busco a mi alrededor/ antaño la noche se pegaba a tu piel/ Quede a solas esta noche en una curva/
No pudiendo vivir así/ este poema/ como una larga y concomitante dirección/ compone tu impronunciable nombre/ búscalo/ contémplate/ y ahora mira/ Ortigas contra el tiempo/
Me tiendo sobre mi ruina/ Quede tu mano invertida por el viento/ Que el retroceso de nuestro corazón no conozca la fuga/ de vivir sin arder


Miguel Huezo Mixco (San Salvador, 1954): ingresó a la carrera de Letras en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, que dejó al incorporarse en las Fuerzas Militares de Liberación. Ha publicado los libros de poesía: Una boca entrando en el mundo (1978), El pozo del tirador (Editorial Universitaria, 1988), Tres pájaros de un tiro (Editorial Universitaria, 1988), Memoria del cazador furtivo (Fundación Maria Escalón de Núñez, 1995), El ángel y las fieras (Educa, 1997) y Comarcas (Universidad tecnológica de Panamá, 1999) con el que ganó el premio Rogelio Sinán 1999. Ha editado la antología Pájaro y volcán (UCA Editores, 1989). Ha publicado los libros de ensayo: Acerca de una estética extrema (1994), La casa en llamas: La cultura salvadoreña en el siglo XX (Arcoiris, 1996), El tercer ejército: desafío del ejercito salvadoreño en la posguerra (Tendencias-CRIES, 1997), La perversión de la cultura (Arco Iris, 1999) y El Salvador y la construcción de la identidad cultural (Centro cultural del Banco Interamericano de Desarrollo, 1999). Fue editor de CONCULTURA entre 1976 y 2003.

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